
Lo primero de todo deberemos elegir el sustrato, éste será la base para nuestras plantas.

En mi caso, he elegido una composición un tanto especial, abajo un sustrato con arena fina de río, encima, piedra volcánica que servirá muy bien para aportar hierro natural y además es un estupendo sustrato para las plantas que harán que estas crezcan exponencialmente. Luego, para finalizar arriba una capa de grava de sílice para tapar los huecos.
Una vez tengamos el fondo con el sustrato, se podrá empezar a llenar de agua.
[NOTA:
Es importante lavar bien la grava antes de meterla en el acuario, ya que habitualmente viene con imperfecciones y sobre todo, polvo que luego será dificil de eliminar]
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